La magia del orden - Reseña crítica - Marie Kondo
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La magia del orden - reseña crítica

La magia del orden Reseña crítica Comienza tu prueba gratuita
Productividad y gestión del tiempo

Este microlibro es un resumen / crítica original basada en el libro: 

Disponible para: Lectura online, lectura en nuestras apps para iPhone/Android y envío por PDF/EPUB/MOBI a Amazon Kindle.

ISBN: 9781494508944

Editorial: DEBOLSILLO

Reseña crítica

Si piensas que tu desorden no tiene arreglo, no te desanimes. ¡Marie Kondo vino a rescatarte! Organizar tu hogar implica mucho más que ordenar. A partir de las herramientas que nos provee Kondo, podrás cambiar tu mentalidad, modificar tu estilo de vida, enfrentarte a tu interior y, sobre todo, ser más feliz. ¡A ordenar!

¿Por qué no puedo tener mi casa en orden?

Nunca podrás organizar si no has aprendido cómo. Existe la falsa idea de que esta habilidad se adquiere por experiencia y no mediante entrenamiento.

Si usas el enfoque correcto, nunca habrá rebote, es decir, tu casa no volverá a estar desordenada tan pronto como ordenes. Si ordenas tu casa adecuadamente, podrás mantener tus habitaciones organizadas.

Suele ser muy difícil cambiar los hábitos. Si no cambias tu manera de pensar, no podrás cambiar los hábitos y te será imposible aprender a organizarte. Si en vez de organizarte poco a poco, lo haces de un tirón, entonces podrás cambiar tu mentalidad.

Necesitamos experimentar resultados tangibles e inmediatos para sentir los efectos.

“Si usas el método correcto y concentras tus esfuerzos en eliminar profunda y completamente el desorden en muy poco tiempo, verás resultados instantáneos que te motivarán a mantener tu espacio en orden”.

Nunca pondrás en orden tu casa si solo la limpias a medias. Debes buscar la perfección de una vez.

Debes decidir qué conservar y dónde ponerlo, así alcanzarás esa perfección. Y, si quieres evitar el rebote, esta es la única manera de hacerlo.

“Una habitación caótica es el reflejo de una mente caótica”. El caos visible nos distrae del verdadero origen del trastorno.

Cuando tu habitación está organizada, no te queda más opción que examinar tu estado interior y enfrentarlo. Tan pronto como empiezas a organizar, te sientes obligado a reajustar tu vida y ésta empezará a cambiar.

El objetivo es establecer el estilo de vida que quieres.

Comenzar con el orden

Los métodos de almacenamiento no resuelven el problema, son una respuesta superficial.

La mayoría de las cosas que hay en tus contenedores no sirven o no las necesitas. Ocultar bajo una tapa es una pérdida de tiempo. La organización debe comenzar por la eliminación, sin importar tu personalidad. La organización efectiva implica solo dos acciones: eliminar cosas y decidir dónde guardarlas.

La gente suele guardar el mismo tipo de objetos en más de un lugar. Uno de los motivos de la desorganización es el exceso de cosas, causado por el desconocimiento de cuántas tenemos en realidad.

Si guardamos el mismo tipo de cosas en varios lugares de la casa y nos ponemos a organizar cada lugar por separado, nunca podremos conocer el volumen total. Por ello, organiza por categorías, no por lugar.

Necesitas el tiempo para sentarte y examinar cada una de tus pertenencias, decidir si quieres conservarlas o desecharlas, y luego decidir dónde poner lo que conservas.

Primero desecha

Antes de decidir qué conservar, empieza por desechar todo de una vez. La eliminación siempre debe ir primero.

Pero antes de empezar, debes identificar tu objetivo. Esto implica visualizar tu estilo de vida ideal. El sentido de desechar, como el de conservar, es ser feliz. Entonces pregúntate: “¿Por qué quiero organizar?”. Cuando encuentres la respuesta, estarás listo para examinar lo que posees.

Debemos escoger lo que queremos guardar, no lo que queremos tirar. Y para ello debemos tomar un objeto y preguntarnos: “¿Esto me hace feliz?”. Hazlo con cada objeto. Si tienes cosas que no te dan felicidad, no tiene sentido conservarlas.

Te será más sencillo comenzar por aquellos objetos sobre los que es menos difícil decidir.

Desechar discretamente las cosas que te sobran a ti es la mejor manera de lidiar con una familia desorganizada. Tu familia, como si siguiera tus pasos, empezará a deshacerse de pertenencias innecesarias y a organizar sin quejarse. Es una reacción en cadena.

El criterio para decidir qué objeto conservar es sentir felicidad al tocarlo. No pienses si lo necesitarás más adelante ni sientas que lo desprecias: estos pensamientos nos imposibilitan el desapego.

Piensa por qué quisiste obtener ese objeto y reevalúa el papel que juega en tu vida.

Cuando te topes con algo de lo que no puedas desprenderte, piensa con cuidado sobre su verdadero propósito en tu vida.

Cómo organizar por categorías

Sigue el orden correcto de las categorías. Comienza por las cosas fáciles y deja lo difícil para el final. Empieza con la ropa, continúa con los libros, papeles y objetos varios, y termina con lo de valor sentimental.

Ropa

Pon en el piso cada una de tus prendas. Asegúrate de recolectar todas las prendas de la casa. Por cada una de ellas pregúntate si te inspira alegría. Si la desechas, exprésale tu gratitud.

No dejes ropa para “usar en casa”. El tiempo que pasamos en nuestras casas es una parte preciosa de la vida, no lo pasemos utilizando ropa que no nos gusta.

Debes doblar bien la ropa que conserves y guardarla en cajones. Así ahorrarás espacio y solucionarás los problemas de almacenamiento.

Visualiza cómo se verá dentro del cajón. El objetivo es que cuando abras el cajón veas de un vistazo todos los objetos. Si las guardas de modo vertical, podrás lograrlo.

Por otro lado, no almacenes ropa de otras temporadas. Debemos tener toda nuestra ropa lista en el armario para usarla todo el año sin importar la estación.

Libros

Ponlos en el piso, tómalos uno por uno y decide si quieres conservarlos o desecharlos con el mismo criterio: ¿te hacen sentir placer cuando los tocas? De lo contrario, deséchalo.

Releerás muy pocos libros en tu vida y, si no has leído alguno, lo más probable es que no leas nunca. Conserva solo los libros que te hagan feliz apenas con verlos y procura tener una colección pequeña.

Papeles

Tiralos todos. No hay nada más molesto que los papeles, nunca inspiran alegría. A menos que los necesites, tiralos.

Komono (artículos varios)

No acumules objetos solo “porque sí”. Los artículos pequeños, tales como pilas, botones, llaveros, etc., suelen apilarse en cada rincón del hogar. Esta es una categoría vaga y nadie sabe qué hacer con este tipo de objetos. Deshazte de todo lo que no tenga uso. Seguramente casi nada de todo eso lo tendrá.

Regalos y otras cosas

¿Conservas regalos guardados en su envoltorio o en cajas? Pues deséchalos. Es claro que no son de tu agrado. No debes sentirte culpable por desechar un regalo.

Desecha cajas de teléfonos que jamás usarás, cables que no tienes idea para qué sirven, botones sueltos que caerán en un cajón, cajas de electrodomésticos, televisores y radios descompuestos que jamás arreglarás, las muestras de cualquier tipo, etc. ¡Créeme! Todas estas cosas solo ocupan lugar y jamás las utilizarás.

En cuanto a los objetos sentimentales, como suvenires, no temas. Los recuerdos de esos momentos no se borrarán de tu mente. Deshazte de los que juntan polvo y conserva los que en verdad te hacen feliz.

Fotos

Las fotos pueden tomar un tiempo.

Debes retirar todas de los álbumes. Míralas una por una. Algunas te tocarán el corazón e inspirarán alegría. Conserva esas; desecha el resto. El significado de cada foto radica en la emoción que te genere.

Recuerdos

Los recuerdos de nuestros propios hijos también son difíciles de desechar. Si aún te dan alegría, continúa conservándolos. Si no te dan alegría y piensas que tus hijos se ofenderán si los tiras, pregúntales. De seguro se sorprenderán de que sigas conservando ese tipo de objetos. Haz lo mismo con los objetos de tu propia infancia.

“Mientras pones tu casa en orden y reduces tus posesiones, verás cuáles son tus valores auténticos, lo cual es muy importante en tu vida”.

Los sentimientos son el criterio para tomar decisiones acerca de desechar o conservar cosas.

Por medio del proceso para seleccionar las cosas que te inspiran alegría, podrás identificar con precisión lo que amas y necesitas.

Cómo ordenar tus cosas para tener una vida emocionante

Asígnale un lugar a cada cosa. Cuando llegas a casa y pones todo en su lugar, se vuelve algo automático. Debes guardar cerca los objetos de la misma categoría.

La razón de que cada objeto tenga un lugar, es que su existencia sin sitio propio multiplica las posibilidades de que tu espacio vuelva a desordenarse.

Una de las razones principales del rebote es no asignar un sitio para cada objeto. Decide dónde van tus cosas y, cuando termines de usarlas, ponlas ahí.

El secreto para mantener una habitación ordenada es buscar la máxima sencillez de almacenamiento, de modo que puedas saber de un vistazo cuántas cosas tienes.

Un error muy común es guardar las cosas donde resulta más fácil sacarlas. Este enfoque es una trampa. El almacenamiento debe reducir el esfuerzo que se requiere para guardarlas, no el esfuerzo que se requiere para sacarlas.

Otro error común es apilar las cosas. ¡No lo hagas! La clave es el almacenamiento vertical. Almacena cada objeto individualmente en forma vertical, pero no coloques uno sobre otro.

Vacía tu bolsa o bolso todos los días. Solo necesitas hacerle un espacio a las cosas que hay dentro.

Mantén la bañera y el fregadero despejados. No es necesario tener jabones y champús fuera cuando no los usamos. Tiene mucho sentido secar los pocos artículos que usemos y, luego, guardarlos.

Debes apreciar tus posesiones. Agradecerles lo que han hecho por ti en el día y expresarles tu aprecio.

La magia de la organización transforma drásticamente tu vida

Una vez que organices tu hogar, descubrirás qué cosas te gusta hacer, y sentirás más pasión por tu trabajo. Tu vida cotidiana se volverá más interesante y ganarás confianza a la hora de tomar decisiones.

Nos cuesta deshacernos de las cosas porque estamos apegados al pasado o porque el futuro nos genera ansiedad.

La pregunta no debe ser qué quieres poseer, sino cómo quieres vivir tu vida. El apego al pasado y el miedo al futuro no solo gobiernan la manera en que seleccionas las cosas que posees, también representan el criterio con el cual tomas decisiones.

Como resultado, acumulamos cosas y nos enterramos física y mentalmente bajo cosas superfluas.

El proceso para enfrentar y seleccionar nuestras pertenencias puede resultar bastante doloroso. Pero hay tres posturas que podemos tomar respecto de nuestras posesiones: enfrentarlas ahora, enfrentarlas en algún momento o evitarlas hasta que muramos. La decisión es nuestra.

Entre más pronto confrontemos con nuestras posesiones, mejor.

Saluda a tu casa cada vez que llegues y agradécele por darte cobijo. Una casa juega un papel muy importante en la vida de las personas. Organizarla es una oportunidad para expresarle aprecio.

Cuando debas deshacerte de algo que ya no te hace feliz, despídete de eso con alegría y con palabras como “Gracias por encontrarme” o “Que tengas un buen viaje”.

Cuando desechamos todo de un tirón, nuestro cuerpo responde de manera semejante a un ayuno breve. Tal vez suframos un brote de diarrea o un sarpullido.

No hay de qué preocuparse. Nuestro cuerpo está eliminando las toxinas acumuladas durante años y volverá a la normalidad. La apariencia de las personas cambia cuando sus habitaciones están ordenadas.

Estar rodeado de cosas que te dan alegría, te hace feliz. Todo lo que necesitas es deshacerte de lo que no toca tu corazón.

Si quieres reajustar tu vida, mejorarla, obtener felicidad y brillar, ordena tu casa. “La verdadera vida comienza después de poner tu casa en orden”.

Notas finales

Marie Kondo no solo nos propone estrategias, métodos y herramientas para organizar nuestro hogar, sino un rotundo cambio de perspectiva de nuestras propias vidas. 

Nos enseña, entre otras cosas, a apreciar lo que tenemos, a ser agradecidos y a encontrar la felicidad. ¿Cómo? Pues ayudándonos a tomar consciencia acerca de las cosas que nos hacen felices. Su propuesta es más espiritual que técnica.

Nos propone encontrarnos a nosotros mismos, cuestionarnos y conectarnos con nuestro interior. Así, nuestra vida mejorará y cambiará, y definitivamente será más organizada.

Consejo de 12min

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Autora de origen japonés, experta en organización. Escribió cuatro libros sobre el tema que vendieron más de 5 millones de ejemplares en todo el mundo y fu... (Lea mas)

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